En Campeche, 15 constructoras cerraron, debido a que el 80% de los contratos para obra pública han sido asignados a empresas foráneas durante los últimos años, denunció Orlando Apolinar Sánchez, comisionado de Canacintra. Esta exclusión ha dejado sin liquidez a constructoras locales, muchas de las cuales han optado por migrar a otros estados o cerrar operaciones.
El representante empresarial señaló que desde el inicio de la actual administración estatal se limitó la participación de compañías campechanas, incluso en obras menores. A pesar de contar con infraestructura, personal calificado y capacidad financiera, las constructoras locales han sido ignoradas sistemáticamente.
Apolinar criticó que tanto el gobierno estatal como los municipios prefieran firmar contratos con empresas de Puebla, Quintana Roo y otros estados. En muchos casos, constructoras campechanas han tenido que subcontratar para acceder a ingresos mínimos y mantenerse activas.
Uno de los ejemplos más visibles de esta política es el Tren Ligero, donde todas las obras fueron realizadas por empresas externas, sin participación local. A pesar de los discursos oficiales, no se han generado condiciones reales para fortalecer al sector estatal.
Desde la Confederación de Trabajadores de la Construcción, su dirigente Marco Antonio Sánchez Abnaal también expresó preocupación. Si bien los obreros tuvieron empleo durante la construcción del Tren Maya, al concluir este proyecto la actividad cayó abruptamente, dejando al sector en una situación incierta.
Tanto empresarios como trabajadores piden al gobierno voltear a ver al sector y replantear su estrategia. Exigen que la obra pública realmente beneficie a Campeche y no solo a firmas que llegan, ejecutan y se marchan, dejando una economía local debilitada y sin rumbo claro.
