Las empresas de Campeche enfrentan un nuevo escenario laboral que las obliga a replantear sus finanzas y su operación diaria, ante la combinación del aumento al salario mínimo y los cambios graduales en la jornada laboral, factores que elevarán los costos para la iniciativa privada en los próximos años.
Desde el Consejo Coordinador Empresarial de Campeche (CCE), su presidenta Marta Reyes Aldama señaló que el impacto más inmediato del ajuste salarial se reflejará en las aportaciones patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al incrementarse las cuotas vinculadas al salario registrado de los trabajadores.
El sector empresarial, explicó, se encuentra en un proceso de análisis técnico del incremento salarial, que ronda el 13 por ciento, con el objetivo de anticipar sus efectos y definir estrategias que permitan absorber el ajuste sin comprometer la viabilidad de las empresas.
Reyes Aldama advirtió que muchas compañías operan con finanzas limitadas, por lo que, si no se generan mayores ingresos, el aumento en los costos laborales podría derivar en recortes de personal, aunque recalcó que el propósito central es evitar despidos y mantener las fuentes de empleo.
A este panorama se suma la reducción paulatina de la jornada laboral a 40 horas semanales, que se aplicará de forma gradual con recortes de dos horas por año, lo que implicará reorganizar turnos, procesos y esquemas de productividad.
La dirigente empresarial afirmó que el sector privado de Campeche asumirá estos cambios de manera progresiva, al reconocer el papel fundamental de la fuerza laboral en la economía estatal, por lo que se busca un equilibrio que permita cumplir con las nuevas disposiciones sin generar afectaciones mayores a las empresas ni a los trabajadores.
