Pese a que Ciudad del Carmen es el centro de la actividad petrolera en México, no existe en la zona un hospital capaz de atender a personas con quemaduras severas. Los trabajadores que sufren lesiones en plataformas de la Sonda de Campeche deben ser enviados de emergencia a hospitales de otras entidades.
Jubilados petroleros señalaron que este vacío en la infraestructura médica pone en riesgo a quienes laboran en condiciones de alto peligro. Recordaron que en accidentes anteriores, los lesionados fueron trasladados hasta Campeche, Yucatán, Tabasco o la Ciudad de México, lo que en muchos casos significó un deterioro en su estado de salud por la demora en la atención.
En Carmen, ni los hospitales públicos ni las clínicas privadas cuentan con áreas especializadas para atender quemaduras profundas. Incluso las instalaciones médicas de Pemex carecen de equipos adecuados, lo que resulta contradictorio en una ciudad donde se concentran operaciones que representan miles de millones de pesos para el país.
Exdirigentes de trabajadores recordaron que cada contingencia, ya sea explosión o incendio, deja en evidencia esta deficiencia. En más de una ocasión, los heridos tuvieron que esperar traslados aéreos o terrestres, sin recibir la atención inicial que podría haber hecho la diferencia.
La exigencia hacia las autoridades federales es clara: invertir en un hospital especializado en quemaduras en la llamada capital petrolera de México. Una contingencia de gran escala en la Sonda de Campeche, advirtieron, rebasaría de inmediato la capacidad de respuesta y pondría en evidencia el abandono histórico de los servicios de salud en la región.
La paradoja persiste: mientras la Sonda de Campeche sostiene buena parte de la producción petrolera nacional, en tierra firme los trabajadores carecen de garantías médicas básicas frente a los riesgos de su propia labor.
