La inconformidad de productores del campo en Campeche creció luego de denunciar que, pese a que los recursos federales ya se encuentran en la entidad, miles de campesinos siguen sin recibir apoyos que deberían haberse entregado desde hace meses.
El reclamo lo encabezó el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Luis Felipe Mora Hernández, junto con un grupo de ejidatarios y comisarios que acudieron a las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Los manifestantes señalaron que son más de seis mil los productores afectados por la falta de dispersión de recursos, lo que calificaron como un abandono del gobierno federal hacia las comunidades rurales. Si bien acudieron de manera pacífica, advirtieron que de no obtener soluciones inmediatas podrían intensificar sus acciones y llegar a la toma de oficinas.
El nuevo delegado de Sader en Campeche, Carlos Baqueiro Cáceres, intentó contener las críticas ofreciendo una reunión para escuchar sus demandas. Reconoció que los pagos llevan un retraso de hasta nueve meses, pero justificó la demora bajo el argumento de que existen cruces entre beneficiarios de programas como Sembrando Vida, lo que ha complicado la distribución de apoyos.
Los ejidatarios rechazaron esa explicación y acusaron a las autoridades de actuar con desinterés, al tiempo que recordaron que el delegado anterior, Francisco García Manilla, tampoco dio respuestas concretas. Para ellos, la falta de claridad genera sospechas sobre un posible uso indebido de los recursos o trabas jurídicas que nadie quiere transparentar.
Durante el encuentro, algunos productores encararon al delegado y lo cuestionaron por minimizar la situación. “Usted tiene sueldo seguro; nosotros necesitamos producir para sobrevivir”, le reprocharon, acusando a los funcionarios de no entender la realidad del campo ni las urgencias de quienes dependen de la cosecha diaria.
Aunque Baqueiro Cáceres aseguró que haría gestiones para atender el problema, evitó precisar si los fondos ya están disponibles o si fueron destinados a otros programas. La incertidumbre persiste, mientras campesinos de distintas comunidades aseguran que seguirán organizándose para no dejar que el tema quede en el olvido.
