México, Guatemala y Belice acordaron proteger 5.7 millones de hectáreas de la Gran Selva Maya, la segunda reserva natural más grande de América después de la Amazonia. El plan incluye un corredor biocultural que coordinará acciones de conservación y desarrollo sostenible entre los tres países.
La distribución territorial de la selva es de 2.7 millones de hectáreas en Guatemala, 2.4 millones en México y 0.6 millones en Belice. La región combina ecosistemas forestales, ríos, zonas arqueológicas y comunidades de descendientes mayas.
Como parte de la iniciativa, México ampliará el programa Sembrando Vida a áreas de Guatemala y Belice. La estrategia busca regenerar suelos degradados, recuperar cobertura forestal y fomentar la autosuficiencia alimentaria de las comunidades rurales que habitan el corredor biocultural.
El convenio establece la creación de un consejo trilateral de áreas protegidas, integrado por representantes de los tres gobiernos y respaldado por autoridades locales, académicos y organizaciones civiles. Este consejo será responsable de diseñar y supervisar los programas de conservación y desarrollo sustentable.
La firma se realizó en Calakmul, Campeche, un punto estratégico dentro del corredor que combina alto valor ecológico y patrimonial. La ubicación refuerza la importancia regional de la selva y su papel como eje de cooperación entre los tres países.
El acuerdo busca consolidar un modelo de colaboración que combine la preservación ambiental con el desarrollo comunitario, estableciendo un precedente para la gestión de ecosistemas compartidos en Mesoamérica.






