El incremento a 360 casos de miasis por el gusano barrenador Cochliomyia hominivorax en Campeche pone en alerta al sector ganadero, mientras las autoridades aún enfrentan retos para controlar esta plaga que afecta la producción y bienestar animal.
Ramón Ochoa Peña, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA), reconoció que, aunque hay coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), las acciones hasta ahora parecen insuficientes para frenar el avance de la infestación.
Entre las medidas anunciadas están la instalación de nuevos baños para agilizar las inspecciones del ganado, que se movilizan en cantidades cercanas a las 10 mil cabezas mensuales, así como la propuesta de ganaderos para usar perros entrenados en la detección de animales afectados, lo que revela la búsqueda de métodos alternativos ante la persistencia del problema.
Sin embargo, el retraso en la erradicación y el aumento sostenido de casos reflejan una falta de efectividad en la estrategia sanitaria, poniendo en riesgo no solo la salud animal, sino también la economía local, que depende en gran medida de la actividad ganadera.
Las autoridades hacen un llamado a los productores para revisar cuidadosamente al ganado y recibir capacitación constante, pero la responsabilidad no puede recaer únicamente en los ganaderos si no se fortalecen los programas oficiales de prevención y control.
Mientras tanto, la vigilancia continúa, y aunque no se han reportado nuevos casos de rabia, la magnitud del brote de miasis evidencia la necesidad de respuestas más ágiles y contundentes para evitar que la situación se agrave aún más en Campeche.
