Tras mantener durante nueve días bloqueada la carretera federal 180, habitantes de la península de Atasta decidieron liberar el paso este martes, pese a que los trabajos de la CFE aún no han concluido.
Las comunidades de Nuevo Progreso y San Antonio Cárdenas exigían la rehabilitación del servicio eléctrico y habían advertido que no se retirarían hasta ver terminadas las obras. Sin embargo, reconocieron que los trabajos llevarán meses.
Autoridades estatales y personal de la Comisión Federal de Electricidad acudieron al lugar para explicar los avances. Como parte del acuerdo, se comprometieron a informar regularmente a las comunidades hasta concluir el proyecto.
Durante las jornadas de protesta se registraron momentos de tensión, como el intento de un conductor de cruzar por la fuerza, lo que derivó en la intervención de la Guardia Nacional. El conflicto no escaló a hechos mayores.
La Secretaría de Gobierno reconoció el rezago histórico en infraestructura eléctrica en la región, pero descartó que se planeara el uso de la fuerza pública para disolver la protesta. También admitió que el proceso ha sido lento.
Aunque hoy se reanudó el tránsito en la zona, los pobladores insistieron en que seguirán organizados y vigilantes. Su demanda no ha cambiado: un servicio eléctrico seguro y constante, tras años de vivir entre apagones.
