El periodismo impreso en Campeche atraviesa una de sus peores crisis. Cinco periódicos han cerrado en los últimos años y solo uno continúa en circulación, en un clima que reporteros locales describen como hostil y represivo desde la llegada de Layda Sansores al gobierno estatal.
Uno de los casos más graves es el del periodista Jorge Luis González Valdez, exdirector de Tribuna, quien fue vinculado a proceso por incitación al odio y calumnia. Aunque está jubilado desde 2017, se le prohibió ejercer el periodismo por dos años y se ordenó el cierre del portal digital de su antiguo medio.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19 han manifestado su preocupación por lo que consideran un intento de silenciar a la prensa independiente en Campeche. A la par, periodistas y ciudadanos realizaron una marcha con mordazas en señal de protesta por el hostigamiento legal contra González.
El gobierno estatal ha defendido sus acciones bajo el argumento de que los contenidos publicados por ciertos medios resultaban ofensivos, misóginos y carentes de sustento. Sin embargo, para González y otros comunicadores, se trata de una estrategia para eliminar cualquier crítica pública al poder.
El periodista, de 71 años, también enfrenta una demanda por daño moral y el posible embargo de su vivienda. A pesar de estar retirado, mantenía un programa de radio semanal que fue incluido como prueba de su “actividad periodística” en el juicio en su contra.
El contexto en Campeche es cada vez más estrecho para el ejercicio informativo. Además de la pérdida de espacios de expresión, el cierre de medios ha significado también la desaparición de empleos en un estado con pocas alternativas laborales.
González advierte que lo vivido en Campeche podría repetirse en otros estados. “Esto no es un caso aislado. Es un mensaje para quienes todavía se atreven a cuestionar. Si no se frena, la libertad de prensa en México está en juego”, sentenció.






