Con la amenaza de un paro de labores, agentes de la Policía Ministerial del Estado externaron su inconformidad ante la destitución de Hipólito Alonso Quijano, quien hasta hace unos días se desempeñaba como director de la corporación. La protesta, difundida por redes sociales y grupos internos, reflejó el malestar de varios elementos que consideraron el relevo como una decisión impuesta y carente de justificación.
De acuerdo con versiones no oficiales, el posible nombramiento de un nuevo titular vinculado a la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, y a su hijo Arturo Bravo Muñoz, provocó aún más tensión entre los agentes, quienes cuestionan la transparencia del proceso y exigen respeto a la estructura operativa.
Sin embargo, horas más tarde, el fiscal general del estado, Jackson Villacis Rosado, desestimó dichas versiones. En declaraciones públicas, negó que exista una protesta formal o paro de labores, y aseguró que la salida de Alonso Quijano respondió exclusivamente a motivos personales. Además, descartó la participación de otras instituciones en la designación de un nuevo mando y subrayó que las decisiones del Ministerio Público son competencia exclusiva de la Fiscalía.
Villacis reiteró que la coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública continúa de manera normal y que las funciones operativas no se han visto afectadas.
El episodio refleja la creciente sensibilidad dentro de las corporaciones de seguridad en Campeche, donde recurrentemente se señalan decisiones jerárquicas controvertidas y presuntas injerencias externas que generan descontento entre el personal operativo.
