Una pérdida aproximada de 113.9 millones de pesos es lo que dejará para Campeche la entrada en vigor del nuevo impuesto del 3.5% aplicado por Estados Unidos a las remesas enviadas a México. Esta medida, impulsada por el expresidente Donald Trump y aprobada por la Cámara Baja estadounidense, afectará directamente a miles de familias campechanas que dependen de ese ingreso para subsistir.
De acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), durante 2024 Campeche recibió 169.3 millones de dólares en remesas, equivalentes a más de 3 mil 256 millones de pesos. Con el nuevo gravamen, se estima que dejarán de llegar al estado más de 5.3 millones de dólares, afectando el flujo de recursos que alimenta la economía local.
La diputada Tania González Pérez, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico del Congreso estatal, advirtió que esta medida representa un golpe injusto a las familias trabajadoras. “No se trata de grandes empresas, sino de personas que envían parte de su salario para ayudar a sus seres queridos. Este impuesto castiga a los más vulnerables”, expresó.
A pesar de que Campeche experimentó un ligero repunte en remesas durante el primer trimestre de 2025 —pasando de 36.1 millones de dólares en 2024 a 39.7 millones este año—, ese crecimiento podría verse neutralizado con la implementación del impuesto.
La región sureste del país también resentirá el impacto. En conjunto, Campeche, Yucatán y Quintana Roo captaron 232.3 millones de dólares en remesas en los primeros tres meses de 2025, pero con el impuesto en vigor, dejarán de ingresar alrededor de 156.4 millones de pesos.
Organizaciones de migrantes y autoridades locales ya han comenzado a alzar la voz para buscar mecanismos de compensación o apoyo que eviten que esta medida fiscal extranjera debilite la economía de comunidades que dependen, en gran parte, del esfuerzo de sus paisanos en el exterior.






