Tras casi seis años sin ajustes a sus pensiones, maestros y trabajadores jubilados del Instituto Campechano (IC) salieron a las calles para exigir lo que consideran un derecho legítimo: un aumento salarial digno y proporcional.
La protesta tuvo lugar a las puertas del emblemático edificio del IC, en pleno corazón del Centro Histórico, donde los manifestantes se plantaron con pancartas y consignas dirigidas tanto a las autoridades educativas como al gobierno estatal.
Los inconformes señalaron que el reciente incremento del 1% otorgado por la institución resulta irrisorio frente al 4% aplicado en otras universidades públicas del país. Como ejemplo, mencionaron que un intendente del IC, que percibe apenas 2,500 pesos quincenales, recibió un aumento de tan solo dos pesos, cifra que calificaron como una burla.
“Este instituto ha formado generaciones de campechanos destacados, pero sus propios trabajadores, incluso en retiro, siguen siendo los más castigados”, lamentaron los manifestantes, quienes también cuestionaron la falta de prestaciones laborales dignas.
Criticaron que, pese al discurso oficial sobre el valor de la educación, los docentes son históricamente uno de los sectores más olvidados. “Apenas en los últimos sexenios se nos empezaron a dar aulas dignas, pero los salarios y pensiones siguen estancados”, reprocharon.
Tras la manifestación, una comisión de jubilados entregó un oficio a la rectora del IC, Ilsa Cervera Echeverría, exponiendo sus demandas. Además, anunciaron que harán lo propio en el Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, como parte de una ruta de presión institucional.
Los manifestantes advirtieron que no descartarán nuevas movilizaciones si no reciben respuestas claras y compromisos concretos por parte de las autoridades. “No pedimos favores, pedimos justicia”, concluyeron.






