La propagación del gusano barrenador en Campeche ha alcanzado niveles alarmantes, al grado que legisladores del Congreso del Estado han exigido a las autoridades estatales actuar de inmediato con la aplicación rigurosa de los protocolos sanitarios para contener la plaga, que ya se encuentra fuera de control.
Desde la perspectiva de Rosario Baqueiro Acosta, médico veterinario y productor ganadero, la confirmación del primer caso humano de miasis en Campeche es una clara señal del grado de infestación que vive el estado. “Hay demasiada mosca, demasiada larva. El gusano barrenador ya está fuera de control. Que haya llegado a un ser humano evidencia el desbordamiento del problema”, advirtió. Según la especialista, este tipo de casos no surgen de un día para otro, por lo que es probable que las autoridades hayan tenido conocimiento desde hace días y, sin embargo, optaron por guardar silencio. “Desafortunadamente, siempre esperan hasta que se hace público para reaccionar”, lamentó.
Ante este panorama, el Congreso del Estado alzó la voz de forma unánime. Legisladores de las principales fuerzas políticas coincidieron en que la situación ya no puede ser minimizada ni gestionada con medidas tibias. El coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC), Pedro Armentia López, criticó duramente la falta de acción por parte del Gobierno estatal, al señalar que la expansión del gusano ha derivado en un cerco sanitario en la Península de Yucatán, afectando la movilidad comercial entre México y Estados Unidos.
Por su parte, el diputado del PRI, Miguel Ángel Pool Alpuche, hizo énfasis en la necesidad de informar con claridad a la población para evitar más contagios y permitir que las autoridades municipales activen sus propios protocolos. Desde Morena, la diputada Ena García García confirmó que ya se han puesto en marcha medidas sanitarias en el municipio de Candelaria, donde se presentó el caso, aunque también reconoció que se requiere un esfuerzo coordinado a nivel estatal.
El Congreso coincidió en que la prioridad debe ser contener la plaga antes de que represente una crisis mayor para la salud pública y el sector agropecuario. La miasis, causada por la larva del Cochliomyia hominivorax, no solo pone en riesgo a los humanos, sino que también afecta gravemente al ganado, comprometiendo la economía rural de la región.
