Una posible infestación del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) mantiene en alerta a los productores ganaderos de la región de la Península de Atasta, luego de que hace dos días se detectara una gusanera en un becerro dentro de un rancho local.
Aunque aún no se ha confirmado si se trata de esta peligrosa plaga, las muestras ya fueron tomadas y se esperan los resultados en un plazo de 24 a 48 horas. Así lo informó el Médico Veterinario Zootecnista y productor Rosario Baqueiro Acosta, quien lamentó que el caso haya ocurrido pese al monitoreo constante que mantienen en la zona por tratarse de un punto estratégico para el movimiento e importación de ganado.
“Esperamos que no sea el gusano barrenador, porque de ser positivo, tendríamos que tomar medidas más estrictas y reforzar la vigilancia sobre nuestros animales”, advirtió Baqueiro. El especialista también recordó que este tipo de brotes no son nuevos en el país y que la experiencia les ha enseñado a actuar con rapidez ante cualquier señal.
El gusano barrenador es una larva que se alimenta del tejido vivo de los mamíferos, ocasionando heridas profundas y poniendo en riesgo la salud del hato. Si bien su presencia en aves es poco común, los bovinos, sobre todo los recién nacidos, son altamente vulnerables.
Tras el reporte, personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) acudió al rancho afectado, donde inspeccionaron a todos los animales, aplicaron baños químicos y realizaron fumigaciones para evitar la propagación de posibles larvas. Además, brindaron recomendaciones preventivas al productor del lugar.
La comunidad ganadera expresó su preocupación, ya que si se confirma la presencia del gusano barrenador, el impacto económico podría ser severo. “Los antibióticos y productos cicatrizantes son costosos, y más en esta temporada seca donde ya se hace un esfuerzo adicional por mantener bien alimentado al ganado”, explicó el productor.
Baqueiro también enfatizó el desafío que representa cuidar a los becerros recién nacidos, ya que el gusano puede depositar sus huevos en heridas abiertas, como el ombligo, si no se atienden de inmediato. “No es lo mismo que un becerro nazca sano a tener que estar detrás de la vaca que va a parir y no despegarse del animal hasta que cicatrice”, añadió.
El sector ganadero de Carmen permanece en vigilancia mientras se esperan los resultados del laboratorio. En caso de confirmarse la presencia del gusano barrenador, se prevé que se refuercen los protocolos sanitarios y se implementen nuevas medidas para evitar un brote mayor.






