La economía formal de Campeche enfrenta una de sus peores crisis laborales en años, marcada por la baja de 268 registros patronales ante el IMSS. A ello se suma la reducción de 13,271 empleos registrados en el último año, profundizando la crisis laboral en la región.
Uno de los factores clave en esta crisis ha sido el adeudo millonario de PEMEX a empresas proveedoras de servicios petroleros. Este problema ha generado una parálisis en el sector energético, tradicionalmente pilar de la economía campechana. Las empresas afectadas se han visto forzadas a reducir operaciones, despedir personal o incluso cerrar, lo que ha profundizado la pérdida de empleos.
A esta situación se agrega la conclusión de contratos relacionados con el Tren Maya, que durante años generó una importante fuente de empleo en la región. Con la finalización de estas obras, muchos trabajadores han quedado sin fuentes laborales, sumando incertidumbre al ya golpeado mercado laboral de Campeche. La pérdida de empleos y la desaparición de proyectos estratégicos han afectado aún más a las familias campechanas.
El número de patrones registrados ante el IMSS también ha disminuido considerablemente, pasando de 6,460 en febrero de 2024 a 6,192 en el mismo mes de 2025. Esta reducción refleja la presión económica que enfrentan las empresas en el estado y la falta de confianza en la estabilidad financiera. La crisis ha generado un panorama de cierre de negocios y de incertidumbre entre los empleadores.
Mientras no se resuelvan los conflictos financieros con PEMEX y no se diversifique la economía local, la recuperación del empleo en Campeche sigue siendo un desafío. La falta de nuevas inversiones y el cierre de empresas continúan afectando la estabilidad laboral. Así, cientos de familias campechanas se enfrentan a un panorama laboral incierto y complejo.
