La ex alcaldesa de Calkiní, Sonia Cuevas Kantún, acusó de persecución política a la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) luego de un operativo sorpresivo en uno de sus comercios. Aunque admitió vender alcohol fuera del horario permitido, insistió en que la acción era una represalia por sus críticas al gobierno estatal.
Durante su protesta frente a las instalaciones de la SPSC, Cuevas Kantún se amordazó y se encadenó a la entrada de los vehículos oficiales. A pesar de reconocer la infracción, la ex funcionaria afirmó que la operación respondía a motivos políticos y no a la legislación sobre el alcohol.
La protesta atrajo la atención de los medios, pero las autoridades pusieron una restricción en el área para evitar que los periodistas se acercaran. No obstante, los comunicadores se ubicaron cerca del sitio, y Cuevas Kantún rechazó cualquier intento de diálogo o atención médica ofrecida por los agentes.
La ex alcaldesa recordó que este no fue el primer operativo en su contra. En una protesta anterior, aseguró haber pagado alrededor de 200 mil pesos en un acuerdo no registrado, insinuando que el dinero fue entregado a funcionarios de alto rango, aunque no reveló identidades.
Cuevas Kantún también destacó que el operativo fue llevado a cabo en conjunto con la Secretaría de Administración y Finanzas (Seafin) y la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECAM). Aseguró que no hubo detenciones y que, tras la incautación de su producto, se le exigió dinero adicional para regularizar su negocio.
Finalmente, la ex alcaldesa cerró su denuncia señalando que el operativo no fue más que una estrategia para obtener recursos de manera ilícita. Aseguró que la acción estaba motivada por su postura crítica al actual gobierno estatal.
