Un juez federal ordenó reabrir el Hotel Tren Maya Edzná, pero el Ayuntamiento de Campeche mantiene los sellos de clausura sin atender la instrucción. La disposición exige permitir nuevamente su operación, aunque el establecimiento continúa cerrado al público.
La resolución judicial fue emitida el 27 de noviembre y establecía retirar toda restricción impuesta por la autoridad municipal. Pese a ello, el inmueble no fue liberado y las instalaciones siguen inactivas, sin que exista un anuncio oficial que justifique el desacato.
El incumplimiento llevó a que el 3 de diciembre se notificara un nuevo requerimiento al ayuntamiento, otorgándole 24 horas para cumplir. Ni ese plazo aceleró la reapertura, lo que ha ampliado la tensión entre el municipio y el ámbito federal.
La falta de respuesta no solo representa una desobediencia a la orden del juez, también mantiene suspendidas las actividades turísticas vinculadas al hotel. Prestadores de servicios y trabajadores señalan que la clausura interrumpe el flujo de visitantes y limita beneficios económicos esperados para Campeche.
El desacato puede derivar en responsabilidades penales para los funcionarios que sostengan la negativa, con sanciones que incluyen prisión, destitución e inhabilitación. Especialistas advierten que este tipo de conflictos suele escalar cuando no se atienden los mandatos judiciales en los plazos fijados.
Mientras tanto, el complejo permanece cerrado y el caso continúa abierto en los tribunales. La situación mantiene incertidumbre sobre cuándo se normalizará la operación del hotel y si la autoridad municipal modificará su postura frente a la instrucción federal.
