La propuesta del gobierno de Campeche para contratar una deuda superior a mil 200 millones de pesos desató nuevas críticas sobre la falta de transparencia en el manejo financiero estatal. El señalamiento principal se centra en que no existe certeza sobre el destino ni el impacto de esos recursos, lo que podría traducirse en endeudamiento sin beneficios comprobables para la población.
El posicionamiento fue emitido por Somos México, agrupación civil que aspira a constituirse como partido político. Su vocero, Roger Cornelio Sosa, afirmó que las autoridades deben explicar con claridad cómo se aplicaría el financiamiento y por qué sería necesario contratarlo a un plazo que comprometería las finanzas públicas durante dos décadas.
Sosa expuso que solicitar un crédito no es en sí el problema, sino la ausencia de información puntual sobre las obras o programas que se financiarían con ese dinero. Advirtió que, sin claridad, la desconfianza social se fortalece y aumenta el riesgo de que la inversión termine favoreciendo únicamente a empresas externas, como —aseguró— ha ocurrido en proyectos recientes.
Otro de los cuestionamientos gira en torno a la exclusión de sectores productivos y liderazgos locales del debate presupuestal. Para la agrupación, la discusión económica debe incluir a ciudadanía, gremios y especialistas, a fin de generar legitimidad y evitar decisiones tomadas únicamente desde el gobierno.
El movimiento advirtió que sin comunicación abierta, participación social y trazabilidad del gasto público, el paquete económico puede convertirse en un escenario propicio para la especulación. La claridad en el uso de los recursos, concluyeron, es la única manera de evitar que la deuda se convierta en un compromiso oneroso y sin retorno para Campeche.






