Campeche cerró 2024 como la entidad con el retroceso económico más severo del país, con una caída de -6.9% en su Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), de acuerdo con cifras oficiales del Inegi. El desplome superó al resto de los estados con contracción, colocándolo como el caso más crítico en la región sur-sureste y en el balance nacional.
El informe detalla que el deterioro se originó principalmente en el desempeño negativo de las actividades secundarias —vinculadas a la industria sin considerar minería petrolera—, las cuales registraron un retroceso de -9.1%. Aunque el sector primario mostró un crecimiento de dos dígitos, éste no fue suficiente para equilibrar el impacto industrial y terminar el año con un resultado positivo.
A partir del mismo reporte se observa que Tabasco enfrentó una situación económica similar, con una caída de -6.5% en su PIBE. Con ello, se convirtió en la segunda entidad del país con la mayor contracción, después de Campeche. La afectación también se concentró en las actividades manufactureras y de transformación.
En el territorio tabasqueño la reducción fue particularmente visible en las actividades secundarias, que se desplomaron -12.2%, pese a que la producción agropecuaria y el consumo interno mostraron avances. Ni el impulso comercial ni el sector primario lograron contrarrestar el impacto industrial, incluso en el contexto de la construcción de la Refinería Olmeca.
Quintana Roo también reportó un escenario adverso, aunque con una magnitud menor. Su economía retrocedió -4.1% y el descenso se reflejó en los tres sectores productivos sin excepción. Con ello, se sumó a los nueve estados que concluyeron el año con cifras negativas.
En contraste con la tendencia observada en Campeche y Tabasco, Yucatán destacó como una de las economías estatales con mejor desempeño en 2024. Su crecimiento se sostuvo en un incremento de 14.1% en el sector agropecuario, además de una expansión de 4.1% en el consumo, lo que lo posicionó entre las cinco entidades con mayor avance económico.
Chiapas también avanzó durante el mismo periodo con un incremento de 2.5% en su actividad económica total. Las tres ramas productivas superaron el 2% de crecimiento, lo que le permitió cerrar el año con estabilidad, en contraste con las caídas profundas registradas en sus estados vecinos del sureste.
