Ante los cerca de 122 casos de gusano barrenador registrados en ganado de Campeche, el fenómeno comienza a generar un impacto sanitario y económico que los productores califican como crítico. Ganaderos y autoridades municipales advierten que la situación se ha extendido a varios municipios sin que exista una respuesta sólida o coordinada por parte del gobierno estatal.
En Hopelchén, el alcalde Hiram Aranda Calderón consideró que existe un subregistro de los casos debido a que algunos productores temen que sus animales sean rechazados en el mercado, pues la cifra corresponde únicamente a ranchos donde los propietarios permitieron la entrada de brigadas veterinarias.
Las autoridades municipales recordaron que desde los primeros meses del año alertaron sobre la presencia del parásito en ganado bovino y solicitaron medidas más rigurosas de vigilancia sanitaria. Sin embargo, lamentaron que las acciones se hayan limitado a intervenciones aisladas, lo que ha permitido que el problema avance sin control.
Frente a la falta de una estrategia estatal más amplia, las cuadrillas municipales continúan atendiendo las solicitudes de apoyo con el respaldo de personal especializado. No obstante, reconocen que el acceso a medicamentos es limitado y el abastecimiento no alcanza para cubrir la demanda de los ganaderos afectados.
Además del impacto en el sector pecuario, habitantes han reportado casos en mascotas y animales domésticos, aunque estos incidentes no han sido documentados de manera oficial. Las autoridades advierten que esta situación refleja la ausencia de un plan integral para contener la expansión del gusano barrenador en los municipios ganaderos de la región.
Ante este panorama, los productores llamaron a que el tema sea atendido como una emergencia sanitaria regional y no solo a nivel municipal, pues la falta de acciones coordinadas podría generar mayores pérdidas económicas y complicar el control del parásito en los próximos meses.
