Mientras distintas carreteras del país registraron cierres y manifestaciones por la inseguridad, en Campeche la delegación de la AMOTAC decidió no sumarse al paro nacional que tuvo lugar recientemente. Sin embargo, reconocieron que persistían puntos de riesgo en la entidad, como el tramo del entronque de la carretera 180 hacia Sabancuy.
La organización explicó que la baja participación de transportistas afiliados en Carmen y Campeche dificultaba realizar movilizaciones de gran escala. Esta limitada presencia fue uno de los factores que llevó a la delegación estatal a mantenerse al margen de los bloqueos registrados en otras regiones.
Aunque no hubo cierres en territorio campechano, los integrantes de AMOTAC siguieron los acuerdos del movimiento nacional, donde transportistas y productores rurales exigieron mayor seguridad ante los constantes asaltos y ataques en rutas estratégicas del país. El objetivo principal fue presionar a las autoridades ante un escenario que, aseguraron, se agravó en varios estados.
En su posicionamiento, la delegación sostuvo que la situación de Campeche era menos crítica en comparación con otras entidades. Señalaron que la presencia reforzada de la Guardia Nacional y de la División Caminos había contribuido a disminuir incidentes delictivos, incluidos actos de rapiña en unidades siniestradas.
No obstante, subrayaron que los puntos conflictivos, como el que conecta la carretera 180 con Sabancuy, continuaban generando preocupación. Operadores señalaron que la vigilancia en la zona resultaba insuficiente para evitar robos o agresiones contra el transporte de carga.
A pesar de su ausencia en las protestas, AMOTAC Campeche manifestó respaldo a las decisiones tomadas por su dirigencia nacional. La agrupación afirmó que la coordinación entre estados sería fundamental para garantizar condiciones más seguras en la red carretera y acompañar a los operadores que enfrentan mayores riesgos en el resto del país.






