“Nos estamos muriendo”, advirtieron jubilados y pensionados de Petróleos Mexicanos durante una protesta en la que encabezaron un cortejo fúnebre en Ciudad del Carmen, donde denunciaron que la atención médica que les corresponde por contrato laboral se ha desplomado al grado de dejarlos sin medicamentos, sin especialistas y sin servicios básicos.4
Los manifestantes recorrieron calles y se concentraron frente a instalaciones administrativas y al Hospital General de Pemex, donde reclamaron que padecimientos crónicos como hipertensión, diabetes y afecciones cardíacas se han vuelto difíciles de tratar ante la falta constante de fármacos esenciales.
De acuerdo con los integrantes de la Sección 47 del sindicato petrolero, la suspensión de servicios subrogados ha profundizado el problema, dejando sin alternativa a quienes dependen de consultas especializadas y estudios médicos. Aseguraron que esta situación no solo afecta a jubilados en Campeche, sino también a quienes residen en Yucatán, Tabasco y Veracruz.
Víctor Celestino Espadas López, representante de los jubilados, señaló que la empresa está incumpliendo la cláusula 89 del Contrato Colectivo de Trabajo, que garantiza atención médica obligatoria para los trabajadores retirados. Sostuvo que la falta de medicamentos y personal médico ya ha derivado en fallecimientos que —dijo— pudieron prevenirse.
Los inconformes explicaron que el deterioro del servicio también alcanza a personal en activo, principalmente en las plataformas marinas donde, afirmaron, operan sin médicos suficientes y con insumos mínimos para emergencias, lo que incrementa los riesgos en zonas consideradas de alta exposición.
Luego de asegurar que Pemex ha ignorado oficios, solicitudes y reuniones previas, el grupo pidió la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum para atender de manera urgente la crisis del sistema de salud institucional, pues —insistieron— la vida de miles de trabajadores retirados y en funciones permanece en riesgo.
