Más de dos mil 300 empleados de Cotemar se quedaron sin trabajo en las últimas semanas, y al menos 27 de ellos han presentado denuncias por despido injustificado. Los trabajadores aseguran que la empresa los separó sin liquidación y poco después de que Petróleos Mexicanos (PEMEX) realizara un abono millonario a las compañías contratistas con las que mantiene convenios, entre ellas la propia Cotemar.
Los afectados solicitaron la intervención de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para investigar las irregularidades laborales. Según denunciaron, los despidos fueron justificados bajo el argumento de una “reestructura interna”, aunque sospechan que se trata de una medida para reducir costos en medio de la reactivación de contratos con PEMEX.
En las últimas semanas, decenas de exempleados han acudido a las oficinas de Recursos Humanos en busca de una respuesta o de sus finiquitos, pero aseguran que solo encontraron sobres acumulados y nula atención. Algunos señalaron que antes de su despido fueron recontratados de manera temporal, lo que consideran una estrategia para desconocer su antigüedad y disminuir los pagos correspondientes.
La situación ha generado inquietud entre la población de Ciudad del Carmen, donde Cotemar fue durante décadas una de las principales fuentes de empleo. Familias enteras que dependían de la compañía ahora enfrentan dificultades económicas, mientras la empresa mantiene sus operaciones en el Puerto Industrial “Isla del Carmen” sin emitir declaraciones públicas.
Fuentes laborales indicaron que el número de quejas ante la STPS podría aumentar en los próximos días, ya que muchos afectados aún no han podido formalizar sus denuncias. Aseguran que la falta de información y el hermetismo de la empresa han dificultado el proceso para reclamar sus derechos.
De acuerdo con datos oficiales, Cotemar ha obtenido más de 265 mil millones de pesos en contratos públicos, cuyos detalles técnicos se mantienen reservados bajo el argumento de “secreto comercial”. La crisis laboral en la compañía no solo afecta a sus extrabajadores, sino que también evidencia la inestabilidad que persiste en el sector petrolero del Golfo de México.






