Campesinos del ejido Cayal lanzan ultimátum a la CFE al exigir el pago de una indemnización de 27 millones de pesos, y advierten que podrían cerrar carreteras si no se cumple con la compensación por el uso de sus tierras durante la ampliación de la carretera Campeche-Hopelchén en 2007, por lo que solicitan la intervención de las autoridades estatales ante el incumplimiento de la paraestatal.
Un grupo de 45 ejidatarios se presentó en el Palacio de Gobierno para exigir respuestas concretas, tras casi dos décadas de gestiones legales y promesas incumplidas. Señalan que la CFE ocupa actualmente unas 24 hectáreas del ejido, donde instaló infraestructura eléctrica, sin haber entregado la indemnización correspondiente.
Los representantes del ejido recordaron que, pese a contar con resoluciones judiciales favorables, la empresa ha dilatado el pago de manera constante. En una ocasión, incluso les ofreció apenas 14 mil pesos, un monto que califican como ofensivo y que los llevó a intensificar las acciones legales y la presión pública.
Hace algunas semanas, los ejidatarios sostuvieron reuniones con autoridades estatales y federales, quienes se comprometieron a agilizar el pago; sin embargo, hasta el momento no han recibido ninguna solución, lo que generó la movilización hacia la capital del estado.
El adeudo afecta directamente a 75 familias del ejido, quienes durante años han visto sus tierras ocupadas sin recibir compensación, generando un impacto económico y social importante. Por ello, los campesinos insistieron en que buscarán diálogo, pero no descartan tomar medidas de presión más severas si la CFE no atiende su demanda.
Representantes de la comunidad advirtieron que los bloqueos carreteros podrían convertirse en la última instancia de presión para garantizar que la paraestatal cumpla con la ley y respete los derechos de los propietarios de las tierras.
