La actividad pesquera en las costas de Carmen atraviesa una de sus peores rachas. Los pescadores ribereños reportan una disminución significativa en las capturas, al grado de que en muchos casos apenas logran recuperar el gasto de combustible, sin obtener ganancias.
Santiago Jiménez, dirigente de la Federación de Pescadores Ribereños de Carmen, reconoció que la baja producción se ha prolongado por varias semanas y afecta directamente a cientos de familias que dependen de esta labor. “Estamos en una situación muy difícil; salimos al mar sin saber si regresaremos con algo para vender”, expresó.
El representante del sector propuso que se evalúe la posibilidad de modificar los periodos de veda, pues considera que las condiciones ambientales han cambiado y las actuales restricciones ya no corresponden a los ciclos naturales de reproducción de las especies.
Además, los pescadores solicitan un programa de subsidio al combustible que les permita enfrentar el aumento de los costos operativos, especialmente en una temporada en la que los ingresos se encuentran al mínimo.
Los trabajadores del mar atribuyen parte del problema a los fuertes vientos que han limitado las salidas y reducido las oportunidades de captura. Sin embargo, aseguran que la disminución de especies también refleja un deterioro ambiental que requiere atención urgente.
Mientras tanto, las comunidades costeras del municipio esperan una respuesta de las autoridades para evitar que la crisis pesquera se traduzca en desempleo y pérdida de sustento en una de las principales actividades económicas de la región.
