La comunidad de Isla Arena dio un ultimátum: si los buzos foráneos no abandonan las aguas antes del lunes 6 de octubre, los pescadores tomarán las embarcaciones y las quemarán en la plaza principal, dijeron representantes del pueblo.
Los habitantes afirmaron que ya localizaron a los últimos buzos que operan cerca de la isla y que les han dado el plazo para marcharse voluntariamente; de persistir, advirtieron que procederán a sacarlos por la fuerza.
Aunque CONAPESCA activó inspecciones, los isleños consideraron que la presencia oficial ha sido insuficiente y exigieron patrullajes constantes en mar abierto para evitar nuevas incursiones. Mientras tanto, anunciaron que no esperarán más.
Quienes lanzaron la advertencia insistieron en que respetan la veda y que su intención es proteger el sustento de las familias ribereñas; sin embargo, señalaron que la impunidad de los buzos extranjeros los obligó a preparar medidas drásticas.
Los pescadores enumeraron antecedentes de depredación en otros puntos del Golfo y dijeron que Isla Arena no será la próxima víctima: “Si no se retiran, nos quedaremos con las lanchas y las quemaremos”, expresaron con absoluta determinación.
Finalmente, reclamaron al gobierno estatal que cumpla su promesa de custodiar los litorales y evitar el ejercicio de la violencia; advirtieron no obstante que, de no obtener respuesta, ejecutarán el plan anunciado para garantizar la protección de sus recursos.






