La Sonda de Campeche se ha convertido en un polvorín, ante la escasa inversión en mantenimiento por parte de Petróleos Mexicanos, advirtió la vocera de la organización ciudadana Por la Defensa de Pemex, Mirna Guadalupe Hernández Torres. La reciente emanación de crudo en el Centro de Procesos Ku A1 es una muestra de esas omisiones.
La representante de la agrupación explicó que las fallas en ductos y válvulas son resultado de años de descuido, pues los recursos destinados a trabajos de prevención se han reducido de manera significativa. Señaló que este abandono incrementa la posibilidad de derrames, explosiones y accidentes con consecuencias fatales para trabajadores y medio ambiente.
Hernández Torres criticó que, en lugar de reforzar las medidas de seguridad, la administración de Pemex insista en exigir mayor producción a costa del deterioro de la infraestructura. Esa política, apuntó, multiplica los riesgos en los complejos marinos, donde la presión sobre equipos envejecidos aumenta la probabilidad de emergencias.
Como antecedente, recordó los siniestros ocurridos en plataformas como Abkatun y E-Ku 2, donde se registraron pérdidas humanas y decenas de lesionados. A su juicio, estas tragedias deberían servir de advertencia sobre la urgencia de reforzar el mantenimiento en las instalaciones que operan frente a las costas campechanas.
La vocera también cuestionó que Pemex responsabilice a los empleados fallecidos en los percances, práctica que calificó como una forma de encubrir la negligencia directiva. Esta estrategia, subrayó, evita reconocer la omisión en la autorización de contratos para tareas de mantenimiento correctivo y preventivo.
Finalmente, Por la Defensa de Pemex exigió que las investigaciones de los accidentes se realicen con criterios técnicos y sin proteger a la empresa. De no atenderse el deterioro de los equipos, advirtió, la Sonda de Campeche seguirá en riesgo de registrar nuevas emergencias con efectos mortales y severos daños ambientales.






