La Profepa clausuró 17 predios en la Península de Yucatán por desmontes ilegales, entre ellos dos en Hopelchén, Campeche, donde se devastaron 247 hectáreas de selva. Las inspecciones se realizaron en los ejidos Xmaben y Francisco J. Mújica, con el aseguramiento de maquinaria pesada tipo oruga utilizada en los desmontes.
En Quintana Roo, los operativos alcanzaron los municipios de Bacalar y José María Morelos, así como el área de protección Bala’an K’aax. Ahí se registraron los daños más extensos, con 2,531 hectáreas transformadas para monocultivos, además de la retención de un tractor con equipo de fumigación.
Yucatán también estuvo bajo vigilancia. En Tekax se intervinieron los ejidos Nohalal, Emiliano Zapata y Poccheil, donde se contabilizaron 968 hectáreas arrasadas. En este punto las autoridades aseguraron maquinaria diversa, incluyendo retroexcavadoras y perforadoras de pozo.
Los operativos se realizaron entre junio y agosto de 2025, con la participación de la Guardia Nacional, la Sedena y corporaciones estatales. En conjunto, la Profepa documentó daños en 3,747 hectáreas de selva en los tres estados.
La dependencia informó que de mayo a agosto las clausuras en la región acumulan más de 6,300 hectáreas afectadas, lo que refleja el avance de la deforestación vinculada a monocultivos agroindustriales, en particular en comunidades menonitas.
Hasta ahora se han presentado 13 denuncias penales y se ha convocado a la instalación de una mesa interinstitucional en Quintana Roo para frenar el cambio ilegal de uso de suelo. La procuraduría aseguró que mantendrá inspecciones permanentes y que los responsables enfrentarán sanciones administrativas y judiciales.






