El proyecto Cuxtal II se perfila como una infraestructura clave para el desarrollo energético de Campeche. Con este gasoducto se prevé garantizar el suministro de gas natural en la entidad, recurso que podría transformar el perfil productivo del estado y abrir nuevas oportunidades de inversión.
La obra permitirá transportar grandes volúmenes del energético hacia distintas zonas del sureste, con la posibilidad de abastecer tanto a la industria como a futuros polos de desarrollo. Este insumo, más económico y con menor impacto ambiental que otros combustibles fósiles, ha sido señalado como pieza fundamental para la modernización de los procesos industriales.
La expectativa de empresarios es que, al entrar en operación, el gas natural reduzca costos en la generación de energía, aumente la competitividad y facilite la instalación de plantas manufactureras que hasta ahora veían a Campeche como un mercado limitado por la falta de infraestructura.
Además de los beneficios directos para la industria, la disponibilidad del recurso también tendría un impacto en la economía local, ya que permitiría el crecimiento de pequeñas y medianas empresas relacionadas con servicios, transporte y proveeduría técnica vinculada al uso del energético.
El Cuxtal II también se inserta en una estrategia de transición hacia energías más limpias, con la meta de sustituir gradualmente al combustóleo y otros derivados del petróleo en las operaciones industriales. De esta manera, Campeche podría colocarse a la par de otras regiones que ya aprovechan estas alternativas.
Con este escenario, el gas natural no solo es visto como un combustible, sino como el motor que dará forma a un nuevo ciclo de crecimiento económico en la entidad, donde la infraestructura energética será decisiva para la atracción de capital y la diversificación productiva.
