Tres embarcaciones fueron intervenidas y varios equipos de buceo asegurados durante un operativo conjunto de la Secretaría de Marina y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca en las costas de Campeche. Las autoridades reportaron que los recorridos buscan frenar el uso de artes de captura prohibidas en aguas federales.
Los aseguramientos incluyeron compresores, tanques de oxígeno y mangueras, herramientas utilizadas para la pesca de especies marinas mediante buceo con aire a presión, una técnica restringida por la normatividad vigente. Todo el material confiscado fue trasladado a la Conapesca para su resguardo.
Las intervenciones ocurrieron en Lerma, Isla Arena y un tercer punto costero. En cada caso, los tripulantes intentaron escapar: unos fueron sorprendidos con el equipo a bordo, mientras que otros se deshicieron de compresores y tanques lanzándolos al mar antes de huir.
Pescadores de muelles como Lerma, Camino Real y 7 de Agosto reprocharon que los operativos se llevaran a cabo hasta ahora y no durante la veda, cuando, aseguran, se registró la mayor explotación sin control. En su opinión, las acciones de vigilancia resultan tardías y no responden a la gravedad del problema.
Virginia Pérez Chan, una de las voces críticas, sostuvo que la falta de coordinación entre dependencias ha convertido a las comunidades ribereñas en testigos de una vigilancia deficiente. “Toda la temporada se permitió la explotación del producto, y solo ahora quieren mostrar resultados”, expresó.
En tanto, la molestia de los pescadores se centra también en el impacto ambiental que deja la actividad irregular. Señalan que la pesca no declarada no solo reduce la captura legal, sino que pone en riesgo la sostenibilidad de los recursos marinos, un desafío que afecta directamente la economía de las familias ribereñas en Campeche.






