El sector apícola en Campeche atraviesa una etapa complicada. El precio de la miel continúa su descenso, poniendo en riesgo los ingresos de los productores locales, quienes además deben lidiar con la preocupante muerte masiva de sus abejas.
El kilo de miel se vendió este año en promedio a 34 pesos, una caída significativa comparada con años anteriores, cuando llegó a alcanzar precios de hasta 58 pesos. Sin alternativas de mercado, los apicultores se ven forzados a vender a intermediarios que ofrecen pagos inmediatos, pero con condiciones desfavorables para los productores.
Este panorama económico se agrava por los daños ambientales provocados por pesticidas prohibidos, como el fipronil, que han causado la muerte de colmenas enteras en zonas como Crucero Oxa y Suc Tuc, en Hopelchén. Los apicultores denuncian que esta situación se debe a la permisividad e incluso complicidad de autoridades ambientales con la distribución ilegal de estos químicos.
El diputado federal Emilio Lara Calderón ha impulsado un exhorto para que las autoridades competentes tomen medidas efectivas y frenen la comercialización de sustancias tóxicas que afectan la producción apícola y el equilibrio del ecosistema regional.
Mientras la problemática sigue sin resolverse, los apicultores temen que la combinación de bajos precios y la mortandad de abejas pueda llevar a una crisis irreversible que impactaría no solo a sus familias, sino a la biodiversidad de la región.
