La reciente aprobación en la Cámara de Diputados para extinguir al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) generó una fuerte reacción de la oposición, que acusa al gobierno federal de buscar eliminar contrapesos técnicos y transparentes sobre la pobreza y el desempeño de los programas sociales.
Entre las voces críticas, la diputada priista Delma Rabelo advirtió que con esta reforma “lo único que contará será la palabra santa de Morena”, en alusión al poder centralizado que, dijo, ahora tendrá el oficialismo para definir la narrativa social sin datos independientes que los contradigan.
Según la legisladora, la eliminación del Coneval responde al interés del gobierno por evitar evaluaciones objetivas que puedan exhibir fallos en los programas sociales. “Cuando digan que no hay pobreza o que todo está funcionando bien, nadie podrá comprobar lo contrario, porque lo que diga Morena será ley”, sostuvo en entrevista.
La reforma contempla que las funciones de evaluación y medición de la pobreza que tenía el Coneval sean asumidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), bajo el argumento de simplificar estructuras gubernamentales. No obstante, Rabelo señaló que esta decisión refleja una tendencia más profunda: “Eliminar todo lo que puede mostrar la realidad, como ocurrió con el Seguro Popular, el Insabi y ahora los órganos autónomos”.
Durante la discusión legislativa, los partidos de oposición denunciaron la falta de transparencia en el proceso y alertaron sobre los riesgos de debilitar instituciones que ofrecen información independiente sobre el estado social del país. Acusaron a Morena de consolidar un modelo autoritario donde no se tolera la crítica ni la rendición de cuentas.
“Morena no quiere ser exhibido con la realidad”, concluyó la diputada priista. “Prefiere desechar lo que funciona si no le es útil políticamente, aunque eso signifique dejar a millones sin herramientas para saber en qué situación viven”.






