Más de 7 mil productores del estado de Campeche, principalmente del municipio de Hopelchén, enfrentan un serio retraso en los pagos de los programas federales Sembrando Vida y Producción para el Bienestar. Los campesinos advierten que, de no resolverse pronto, se organizarán para protestar y exigir que los apoyos no les sean cancelados.
Federico Chan Caamal, dirigente de la Confederación Nacional Campesina en Hopelchén, informó que los beneficiarios acudieron al Banco del Bienestar esperando recibir sus recursos. Sin embargo, se encontraron con la sorpresa de que no se ha depositado el dinero en sus cuentas. Además el rumor de que no pueden recibir apoyos de dos programas sociales, por lo que uno de los dos les sería cancelado.
Comunidades como Yaxhá, Iturbide, Cancanchén y Santa Rita reportan que sus productores fueron al banco desde la semana pasada, pero hasta ahora no han recibido el apoyo prometido. Aunque el Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (CADER) asegura que los recursos ya están en proceso de distribución, en la práctica no hay evidencia de ello en las cuentas de los beneficiarios.
El programa Sembrando Vida otorga un apoyo mensual de 6 mil 450 pesos por persona, y en Hopelchén hay al menos 7 mil productores inscritos, de un total estatal de 22 mil. A estos se suman los beneficiarios de Producción para el Bienestar, quienes también están a la espera de un pago anual. En ambos casos, el retraso es generalizado.
Los apoyos de Producción para el Bienestar van desde los 6 mil 200 hasta los 13 mil pesos, dependiendo de la superficie cultivada. Este programa sustituye al extinto Procampo y beneficia principalmente a productores de maíz y miel. En el caso de los apicultores, el monto no varía, aunque tengan más colonias de abejas.
Ante los rumores de una posible suspensión de pagos, los campesinos han comenzado a coordinar acciones para hacer presión pública. El dirigente Chan Caamal exige una mesa de trabajo con autoridades federales para aclarar la situación y asegurar que los recursos lleguen. El temor es que se deje sin sustento a miles de familias campesinas.
En la región, se estima que hay unos 25 mil productores, muchos de los cuales combinan el cultivo de maíz con la producción de miel, quienes están en Sembrando Vida también realizan actividades como poda, deshierbe y tratamiento de árboles con cal, labores que requieren esfuerzo constante y dependen directamente del apoyo económico para sostenerse.






