La grave crisis que enfrenta Petróleos Mexicanos (Pemex) ha dejado profundas secuelas en Ciudad del Carmen, Campeche, considerada durante décadas la “capital petrolera” del país. La caída sostenida en la producción de crudo afecta no solo a la industria energética, sino también a la economía local en su conjunto.
La situación se ha complicado por la falta de pagos a empresas proveedoras y contratistas, lo que mantiene al sector empresarial en una lucha diaria por sobrevivir. “No es un favor, es un acto de justicia”, afirmó Gonzalo Hernández Pérez, del Consejo Coordinador Empresarial local.
Desde el declive del megayacimiento Cantarell, que llegó a producir más de 2 millones de barriles diarios, Pemex no ha logrado recuperar el dinamismo perdido. La falta de mantenimiento y atención a más de 200 instalaciones marinas ha elevado el riesgo de accidentes.
La crisis no es reciente: se arrastra desde el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando comenzaron a fallar las estrategias operativas y financieras de la petrolera. Sin embargo, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la situación se agudizó al frenar la colaboración con empresas privadas.
Hernández Pérez subraya que Pemex necesita liderazgo con experiencia y visión de largo plazo, ya que México seguirá dependiendo de hidrocarburos durante varias décadas. “No hay planeación para los próximos 15, 30 o 40 años”, advirtió.
El impacto ha alcanzado a los comerciantes locales. Carlos Arjona Gutiérrez, presidente de la Canaco en Ciudad del Carmen, reveló que algunos negocios vieron caer sus ventas hasta 70% en el último trimestre de 2024, sin poder cubrir siquiera sus inventarios decembrinos.
La recuperación del sector comercial no será inmediata, incluso si Pemex liquida sus deudas, advirtió Arjona. Por eso, insistió en que Campeche debe apostar por una economía más diversificada, con alternativas como el turismo para amortiguar futuras crisis petroleras.






