Escándalo en Palacio Nacional: Normalistas de Ayotzinapa protagonizan incidente

Peritos inician investigaciones tras el ataque de normalistas a las puertas históricas.

Las puertas de Palacio Nacional, testigos mudos de la historia mexicana, se convirtieron en el epicentro de un nuevo capítulo de controversia. La Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) ha desplegado sus peritos para dilucidar los daños causados durante un incidente que involucra a normalistas de Ayotzinapa.

Los investigadores confirmaron el inicio de una minuciosa indagación sobre los acontecimientos en la calle de Moneda, donde las puertas marcadas con los números 1 y 3 del icónico edificio resultaron dañadas.

En una escena digna de un thriller policiaco, un equipo de tres peritos, cuyas especialidades se mantienen en reserva, acompañados por un fotógrafo, sostuvieron conversaciones con un funcionario de alto rango de la Presidencia de la República mientras procedían con la diligencia.

El foco de atención se centró en el exterior del edificio y las puertas agraviadas, mientras un grupo de trabajadores se afanaba en las tareas de limpieza, desplegando mangueras de agua y escobas para restaurar la calma visual.

No obstante, las preocupaciones sobre la posible alteración de pruebas debido a los procedimientos de limpieza y la falta de preservación del lugar generaron inquietudes entre los observadores. Sin embargo, uno de los investigadores optó por el silencio ante tales interrogantes.

En un giro dramático, la mañana del miércoles presenció la llegada de un contingente conformado por familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos. Se congregaron en la calle de Moneda, donde se apoderaron de una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Los manifestantes emplearon el vehículo como ariete en un audaz intento por derribar la puerta marcada con el número 1, mientras que otro grupo se abalanzó sobre la puerta número 3, causando estragos con mazos, piedras y aerosol.

El eco de este incidente resuena no solo en las paredes de Palacio Nacional, sino también en la conciencia colectiva de una nación que busca respuestas en medio de la incertidumbre y la agitación política.

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